Diagnóstico del Alzheimer
Pese a la alta prevalencia de la Enfermedad de Alzheimer en Chile (se estima que hay más de 150.000 personas con demencia en nuestro país, de las cuales al menos el 50% tienen Alzheimer), su diagnóstico puede ser difícil. Hasta la fecha no existe un examen específico que permita determinar si una persona tiene o no Alzheimer, y si bien un médico puede determinar que existe la presencia de una demencia, concluir la causa o de qué tipo de demencia se trata puede resultar más complejo y requerir una valoración más profunda. El diagnóstico de la Enfermedad de Alzheimer continúa siendo fundamentalmente clínico e incluye la exploración de distintas dimensiones:
Manifestaciones neurológicas
Evaluación cognitiva
Evaluación conductual
Valoración del impacto funcional en la vida cotidiana del sujeto.
En algunas ocasiones es útil hacer una evaluación neuropsicológica más detallada, la cual puede ayudar a diferenciar el tipo de demencia o aquellos sujetos en el límite entre envejecimiento normal y demencia inicial.
👉🏼 Entonces, si sospechas de una demencia y/o identificas algunas de las 10 señales de advertencia del Alzheimer te recomiendo que acudas con tu médico de cabecera, quien podrá evaluarte y realizar la derivación al servicio de neurología de ser necesario, o con otro médico que se especialice en el diagnóstico y tratamiento de demencias y Alzheimer para que realice una evaluación más detallada que incluye:
Antecedentes médicos
Evaluación del estado mental
Examen físico y neurológico
Solicitud de pruebas (Imágenes de cerebro que permiten descartar otras lesiones que generan deterioro cognitivo, y exámenes de laboratorio: Hemograma y VHS, perfil bioquímico, electrólitos, hormonas tiroídeas, nivel plasmático de vitamina B12 y tamizaje para neurosífilis y otras enfermedades inflamatorias e infecciosas.
👉🏼 Es de vital importancia realizar un diagnóstico precoz, ya que permite un mejor manejo de la enfermedad:
Como mencioné anteriormente, algunas demencias son reversibles, situaciones en las que determinar la causa permite tratar la enfermedad de base y revertir el deterioro cognitivo y funcional.
En el caso de las demencias no reversibles en las que hay muerte neuronal (la mayoría de los casos), el tratamiento varía según el tipo, por ejemplo, la demencia tipo Alzheimer puede ser abordada en etapas leves a moderadas con ciertos fármacos que están contraindicados para otros tipos de demencia como la fronto-temporal.
El curso de la enfermedad puede variar de una demencia a otra, presentando distintos desajustes conductuales y funcionales que requieren de un abordaje y manejo distinto con el paciente y su entorno más cercano.